jueves, 7 de junio de 2012

¿Por qué el proyecto EnCubierta?

A mí me hubiera gustado que nada hubiese cambiado. A estas alturas me encantaría estar cubriendo la Feria del Libro y estresadísima por no llegar al cierre. Me gustaría estar cansada de recorrer las casetas, de salir tarde de la redacción de Público y de apenas tener vida pensando en todo lo que tendría que hacer al día siguiente. Puede que sea un mujer conservadora. Cambios no, por favor. A mí me gustaba todo tal y como estaba.

Pero aquello, como todo el mundo sabe (qué frase más de Rajoy, vaya), se volatizó. Aunque no lo sabía, ya por la primavera de 2011 se mascaba la catástrofe en Público. Para mí el verano transcurrió tranquilo, cubriendo la Semana Negra de Gijón y alguna cosilla durante la canícula madrileña. Sin embargo, los mentideros ardían. Tanto que en septiembre explosionaron. Se anunció un ERE y yo me fui de vacaciones. Después vino todo de golpe. Una treintena de personas abandonaron el periódico y este entró en una cuesta abajo sin frenos. El 24 de febrero de 2012 todo se había acabado. Si me gustaba la Feria del Libro, si me gustaba andar estresada de un lado para otro, ya podía ir olvidándome. Fin. Fin. Fin.

Hacia marzo, cuando aún se dilucidaban las indemnizaciones de los trabajadores de Público, cuando el día a día transcurría entre asambleas y emails enviados a medios, me llamaron María Álvarez y Begoña Minguito, un par de colegas del sector de la comunicación editorial. Nos conocíamos de forma profesional. Ellas me hablaban de autores y yo les "compraba" o no las entrevistas. Esta transacción, sin embargo, pertenecía a la que ya era "mi otra vida", aunque yo aún no lo tuviera nada claro.

En nuestra primera reunión, María y Begoña me comentaron que querían comenzar con un proyecto importante de promoción y que les gustaría contar conmigo para la escritura de los contenidos y para compartir posibles ideas. Mientras eso sucedía mi empeño continuaba siendo buscar empleo como periodista en los medios. Una obcecación que chocaba con todo lo que veía y escuchaba a mi alrededor: anuncios de nuevos EREs en periódicos generalistas, en la agencia EFE... Más de un 30% de periodistas en paro en el último año... 6.000 a la calle.... Lo que había ocurrido con Público se replicaba en sus competidores (aunque las razones puedan ser distintas). Desolador. Y aún quedaba mucho por venir.

Esta frustración, sin embargo, fue el motor para lanzarme de lleno al proyecto que me presentaban María y Begoña. Comenzamos a quedar más. Bien, los medios están tocados de muerte, pensaba. Viene una mala época. Y, es más, los nuevos proyectos que aparecen en el horizonte (como el Huffington Post participado por PRISA) no parece que vayan a sacar a los periodistas del paro si no hay contratos, si los sueldos son miserables o si, simplemente, no se paga a los trabajadores. ¿A dónde voy con mi grabadora, mi boli y mi cuaderno?

Con esta sensación sobre los hombros, cada vez tenía más claro que el proyecto que me ofrecían Begoña y María era lo más interesante y honesto que podía hacer en esos momentos. No quería venderme gratis ni por cuatro duros, aunque amase la profesión periodística. Fue así como la idea  fue cuajando e inspiradas por el escritor Marc R. Soto a finales de abril empezamos a pergeñar la revista EnCubierta dentro de un proyecto de comunicación (en la era digital) que habíamos llamado 5ymedia. El magazine, que iba a ser completamente digital y que estaría dedicado a los ebooks, era también como el proyecto de fin de carrera después de años dedicada a la información del libro electrónico. Ahora se trataba de poner los conocimientos aprendidos sobre la mesa con la posibilidad, además, de seguir haciendo entrevistas a los autores con lo cual me quitaba el mono periodístico.

Esta fue la razón  que me llevó a volcar mis energías en EnCubierta. En realidad, una especie de puñetazo cuando las cosas se ponen feas. Quizá nace de la ira, de la frustración, de la desolación, pero obtienes la gratificación del trabajo honesto y bien hecho. Y, sobre todo, en estos tiempos de pillaje, de un periodismo que parece que da vueltas en el sumidero de la bañera, sé que nadie me está tomando el pelo.





1 comentario:

  1. A mi me encanta tu apuesta, porque como tu dices es honesta y es una buena idea. Ofrece una oportunidad de negocio en un nicho poco o nada explotado y que sin duda se expanderá: los primeros que lleguen estarán mejor posicionados ¡Seguro que te irá muy bien! Me tienes para lo que necesites :)

    Por supuesto Pau, no esperaba menos de tí, eres demasiado activa para estar unos meses en paro (te hubiertas comido todos tu uñas y la de algún vecino o limpiador de corralas). Te conozco lo sufiente para saber que no puedes estarte quieta y creo que en esta profesión es la única forma de sobrevivir. Sé que tu proyecto tendrá éxito y te dará tanto o + trabajo que Público y por fin tendrás esa ultraactividad que necesitas, pero mejor porque tú serás tu jefa.

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